Unos 2.800 multimillonarios con activos combinados que actualmente ascienden a unos 15 mil billones de dólares estadounidenses tienen ahora una posición dominante que salta a la vista. Sus intereses de ganancias y poder dominan el mundo. Cada vez pasa más por alto el hecho de que otros 8.200 millones de seres humanos necesitan trabajo y vivienda digna, ropa, educación, cultura, atención sanitaria y alimentos adecuados. El planeta Tierra se ha vuelto demasiado pequeño para proporcionar los rendimientos deseados a los accionistas ahora inimaginablemente gigantescos y ultrarricos.
Barbarie y en caso de duda perdición
En el mundo capitalista de la OTAN de los Estados del G7 de Asia, Europa y Norteamérica liderados por los Estados Unidos, los aumentos de precios y los recortes de empleo ya no bastan para asegurar las ganancias de los ultrarricos propietarios del capital. Para realizar y ampliar sus cuotas de ganancias, mercados y materias primas los «sistemas de valores» y la «democracia» se arrojan cada vez más por la borda. En su lugar ganan terreno el autoritarismo, la agresión y la represión. El armamento y la guerra, incluso la guerra nuclear, se conviertan en los medios para asegurar el poder. La alianza capitalista de las autoproclamadas «naciones líderes» se está desintegrando y la competencia intracapitalista entre ellas está estallando. Ni siquiera se busca a evitar lo peor; el peligro de una guerra nuclear es mayor que nunca.
La humanidad y el planeta están saqueados y llevados a la ruina en favor de la obtención de ganancias. Las poblaciones y el medio ambiente no sólo tienen que pagar por las ganancias necesarias, sino también por la reorganización integral de las naciones en fortalezas armamentísticas. Con una explotación sin precedentes de los recursos humanos y naturales, la reducción de salarios y pensiones, el saqueo de los sistemas sociales y culturales, así como de los servicios públicos de sanidad y educación.
Brutalización, atontamiento, conformismo, nacionalismo, fascismo y represión están inextricablemente ligados a todo esto. Al igual que la apropiación, reestructuración, debilitamiento y destrucción de los sistemas de solidaridad planetaria como la ONU, la OMS etc. y la anulación de los sistemas de tratados de seguridad bilaterales y multilaterales.
Con una ganancia y explotación máxima el capitalismo conduce cada vez más el mundo hacia la barbarie y la posible destrucción mediante catástrofes ecológicas y/o nucleares.
Se está formando resistencia
Aparte de las siete «naciones líderes» del G7 y los 32 estados de la OTAN hay otros 164 países en el mundo. Antes oprimidos colonialmente, con constituciones capitalistas o no capitalistas, muchos de ellos están rompiendo con la dominación del G7 y la OTAN en una oleada creciente. Antes maltratados como fábricas y vertederos de basura están alzando la voz y confian en su propia fuerza e independencia. Entre ellos figuran grandes naciones capitalistas como la India, Irán, Rusia y Brasil. Pero – junto con países más pequeños de orientación progresista, anticapitalista o incluso socialista – también una gran nación gobernada por un partido comunista como China, con una población de más de 1.400 millones de personas.
Muchos de estos países se están organizando en nuevas confederaciones. Cabe mencionar en particular la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), los BRICS (abreviatura de los Estados fundadores Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y la Iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda (BRI/Iniciativa del Cinturón y la Ruta). Estas alianzas representan hasta el 70% de la población mundial y hasta el 60% del comercio global, cada una en diferentes composiciones. Los diez países BRICS representan por sí solos el 45% de la población mundial y alrededor del 36% de la producción económica mundial.
Sin embargo de crucial importancia es el hecho de que, a diferencia de los Estados de la OTAN y del G7, estas alianzas de Estados han declarado su compromiso con la soberanía nacional, la paz, la seguridad social, la protección del medio ambiente y la cooperación internacional. Destaca la aclaración de China en junio de 2024 de que la Tierra es el hogar de la humanidad, que debe preservarse en paz y cooperación.
Democracia, solidaridad y amistad entre las naciones en lugar de los dictados de la ganancia
ethecon apoya las luchas de las poblaciones del mundo contra la explotación y la opresión, las luchas sociales y sindicales de los pueblos del mundo entero para asegurar su subsistencia social, así como la lucha por la paz, el desarme, la preservación de los recursos naturales y el establecimiento de un sistema internacional de relaciones de confianza entre los Estados.
ethecon – Fundación Ética y Economía considera imperativo “observar los principios éticos, ecológicos, sociales y de derechos humanos en la organización y ejecución de proyectos económicos y fortalecer las estructuras democráticas y autodeterminadas en el proceso económico” (Declaración de Principios 2004). Para poder vivir, producir y comerciar juntos de forma pacífica, socialmente justa y ecológicamente sensata es necesario reestructurar el orden social. Lejos del egoísmo, la ventaja personal y los dictados de la ganancia, hacia la democracia, la solidaridad y la amistad entre las naciones. No tenemos otra alternativa.
Berlín, 23 de marzo de 2025
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